Hace ya treinta años que España e Israel establecieron relaciones diplomáticas, tras 38 años sin vínculos oficiales. Los dos países celebran este hecho histórico con la esperanza de continuar avanzando en ese camino que comenzó en 1986. Desde la Cámara de Comercio e Industria España-Israel nos unimos a esta conmemoración con la vocación de seguir teniendo un papel de relevancia en el éxito de la relación.
En estas tres décadas, el panorama económico ha cambiado enormemente. España es un país plenamente integrado en la UE, que, tras una etapa de acelerado crecimiento, se ha visto enfrentado a una grave crisis. España tiene la necesidad de orientarse hacia la innovación y crear una industria competitiva basándose en el conocimiento y la tecnología. Por su parte, Israel es uno de los países más innovadores del mundo, dedicando un 4,7% del PIB a I+D+i con unos recursos que se reparten en 30% públicos y 70% privados. Israel, con casi ocho millones de habitantes, tiene más de 300 centros de investigación de compañías internacionales y es el país con más empresas en el Nasdaq por detrás de EE.UU. y China. En este sentido, seguimos convencidos de que es necesario continuar avanzando hacia una mayor colaboración tecnológica entre ambos países, y de que España puede beneficiarse de la cooperación con el ecosistema israelí, que tiene una cadena de valor y una cultura de innovación muy desarrollada en todos sus aspectos, incluyendo uno de los mejores mercados de capital riesgo. En España, además de aumentar la inversión en tecnología, podemos avanzar en el desarrollo de un sistema de innovación adecuado. Muchas veces el esfuerzo se pierde en el continente, en lugar de centrarse en el contenido, en la pura innovación, como es el caso en Israel. Israel, por su parte, puede beneficiarse del mercado español, y recurrir a socios españoles como un primer paso para llegar a los países de Latinoamérica o de la UE. Otra oportunidad puede ser el esfuerzo que está haciendo Israel en la creación de infraestructuras, en donde las empresas españolas son punteras. Este podría ser el momento de aumentar la inversión española en Israel. En la Cámara de Comercio e Industria España-Israel creemos que éstos son unos importantes puntos de encuentro.
En estos treinta años de relaciones bilaterales económicas y comerciales entre los dos países hay que agradecer a múltiples empresarios, tantos españoles como israelíes que lo han hecho posible. Si no llega a ser por las iniciativas, contactos, viajes, intercambios, proyectos, encuentros, etc. de estas personas, tanto a título personal como a través de sus empresas e instituciones, las relaciones comerciales entre los dos países hubieran quedado en simples signos de reciprocidad. Sin embargo, gracias a la labor de estos empresarios y emprendedores, España e Israel deben estar orgullosos de los intercambios comerciales y tecnológicos que se dan en un sinfín de sectores, así como el conocimiento cada vez más profundo y enriquecedor de las virtudes de cada uno de los dos países que posibilitan las sinergias para hacer de sus relaciones unos lazos más estrechos y duraderos.
Esas iniciativas empresariales de los dos países en estos treinta años han cristalizado al final en la constitución a nivel nacional, hace diez años, de la Cámara de Comercio e Industria España-Israel. Nuestra Cámara nació como las cámaras de comercio de origen anglosajón, sin ánimo de lucro, y con el objetivo de fomentar la colaboración entre las empresas e instituciones españolas e israelíes. Abre sus puertas a finales del 2005, tras 20 años de fructíferas relaciones comerciales bilaterales, queriendo dar cobertura a todos los sectores de actividad, y dando acogida a toda persona jurídica o física que, en España o Israel, ejerza actividades, empresariales o comerciales y que esté valorando la posibilidad de crear nuevas oportunidades. La Cámara también ha desarrollado una perspectiva de investigación y desarrollo, dadas las complementariedades y las inmensas oportunidades de negocio e innovación.
La misión de nuestra Cámara es expandir el interés común entre España e Israel dentro de los ámbitos comercial, tecnológico, económico, científico, industrial, turístico y sociocultural. Durante estos años es mucho lo que se ha progresado, sobre todo en cuestiones económicas y comerciales, pero también es mucho lo que aún queda por hacer. España y las empresas españolas deben seguir creciendo, y la única forma de hacerlo es siendo más competitivos, y, en muchas ocasiones, saliendo al mercado exterior. Las empresas, enfrentadas a nuevos retos, necesitan apostar por la innovación para su supervivencia, ofreciendo soluciones creativas, buscando nuevas oportunidades y abriendo nuevos nichos de mercado. En este aspecto Israel puede ser un perfecto aliado. Actualmente, Israel es el primer socio de España en Oriente Medio, con unas cifras de más de 1.200 millones anuales en exportaciones (principalmente vehículos, productos cerámicos, aparatos mecánicos y plásticos), y alrededor de 800 millones en productos importados (tecnología, productos químico y aparatos eléctricos). En el conocimiento e intercambio entre ambos países tiene también importancia el sector turístico, en el que España es potencia mundial. En la actualidad hay varios vuelos diarios entre los dos países y el turismo existente es de nivel alto, con estancias relativamente prolongadas. Además, España es punto de tránsito importante de viajeros de Israel con destino a otros países, especialmente de Latinoamérica.
El empeño de la Cámara es ir más allá de las puras relaciones comerciales o turísticas e incrementar la presencia e inversión de empresas españolas en Israel y de empresas israelíes en España, así como asesorar y promover la consecución de nuevos apoyos institucionales que favorezcan las relaciones entre ambos países. Nuestra Cámara de Comercio e Industria España-Israel ofrece a sus socios el apoyo y la información necesarios para exportar, importar e invertir de forma sencilla y eficaz.
Durante estos años, la Cámara de Comercio e Industria España-Israel también ha cambiado su estrategia adaptándose a las nuevas necesidades. La institución, con origen en Madrid, ha experimentado algunas modificaciones, abriendo delegaciones en las Comunidades Autónomas para estar más cerca del tejido industrial y, sobre todo, de las pymes. Es en este contacto más cercano y directo con las pequeñas y medianas empresas cuando tiene sentido la Cámara y puede aportar más valor. Las grandes multinacionales cuentan con sus propios caminos para acercarse a la innovación, y con sus propias estructuras para continuar su expansión, mientras que las pymes pueden beneficiarse del asesoramiento, la experiencia y el empuje de una institución como la Cámara para acceder a la tecnología que necesitan, o para afrontar con garantías, de la mano de un aliado fiable y cercano, su internacionalización. El objetivo es facilitar y fomentar las relaciones entre las empresas de ambos lados para hacer proyectos comunes y, en el futuro, acudir a terceros países y a nuevos continentes, como América o África, en donde ya se han dado casos de éxito de asociaciones entre empresas españolas e israelíes.
Desde la Cámara de Comercio e Industria confiamos en que España e Israel profundicen su conocimiento mutuo y nos esforzamos para que el intercambio comercial y económico entre las compañías de ambos países siga creciendo. Aunando esfuerzos, ambos países están en condiciones de transformar los desafíos de hoy en oportunidades para mañana. Con este empeño, ponemos nuestra plataforma a disposición de las empresas y las instituciones para lograr, mediante eventos, encuentros bilaterales, ferias, seminarios, misiones y acciones comerciales, enriquecer el tejido empresarial y obtener los mayores frutos en una relación en la que, treinta años después, queda mucho por desarrollar.
Gil Gidron, Presidente de la Cámara de Comercio e Industria España-Israel