Supongamos que quieres compartir una película entre dos dispositivos, ahora digamos que la película está en formato Blu-ray, por si fuera poco tenemos siete de estas películas, y disponemos solo de conectividad inalámbrica. Seguro están pensando que esto llevaría unos cuantos meses verdad? Científicos de la Universidad de Tel Aviv, junto a sus pares de la Universidad de California y el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA lograron crear una conexión inalámbrica con una capacidad tal que lograría transmitir las siete películas en un segundo.
Si, leyeron bien, pero lo repetimos por las dudas, “un segundo”.
La nueva tecnología basada en “enroscar haces de luz” en realidad ya lleva un tiempo entre nosotros. Las primeras publicaciones que explican al “vórtice óptico” fueron discutidas a mediados de los años 70.
En esencia, tomas un rayo de luz y lo enroscas sobre su propio eje.
El hecho de “retorcer” al rayo hace que las ondas de luz en el eje se cancelen entre sí.
Sobre una superficie plana, el resultado es un anillo de luz con una región oscura en el centro: Esto es un vórtice óptico. Al poder especificar la cantidad de giros y su dirección, científicos e ingenieros han considerado diferentes maneras de sacar provecho a los vórtices ópticos, en especial a la hora de transmitir datos.
Recientemente, investigadores de estas tres renombradas instituciones no sólo lo han logrado, sino que lo han hecho con una velocidad impresionante.
La nueva técnica de transmisión fue testeada entre dos puntos a un metro de distancia y con equipos de alta tecnología, lo que implica que por el momento, tendremos que esperar a que se pueda mantener un nivel de amplificación de señal suficiente para transmitir a distancias más amplias y a través de hardware con capacidad para generar esta señal híper rápida a costos accesibles para el mercado.
En el caso de tecnologías como el wifi convencional y LTE, se modula el momento angular de espín de las ondas de radio.
Sin embargo, las ondas electromagnéticas pueden tener tanto momento angular de espín (SAM) como momento angular orbital (OAM).
La analogía más recurrente para visualizar la diferencia entre ambos momentos se basa en que el SAM sería la Tierra girando sobre su propio eje, mientras que la Tierra girando alrededor del Sol representaría al OAM.
La adición del momento angular orbital a las señales de radio había sido una teoría hasta marzo pasado, cuando el Instituto Sueco de Física Espacial logró transmitir dos señales en la misma frecuencia y al mismo tiempo en forma de vórtice, a través de más de 400 metros.
En esta oportunidad, los investigadores lograron “enroscar” ocho chorros de luz, divididos en dos grupos de cuatro, con una capacidad de 300 gigabits por segundo por chorro. La distancia recorrida por el rayo fue de apenas un metro, pero el resultado final arroja una transferencia de 2.5 terabits por segundo, probablemente la transmisión inalámbrica más rápida jamás realizada.
Para ponerlo en perspectiva, eso es más de 8.000 veces más rápido que el enlace más rápido de Verizon conexión a Internet en casa conocida como FiOS, que cuenta con 300 Mbps.
Estos resultados, si bien no nos ofrecen una tecnología que sea aplicable mañana mismo, nos ponen de cara a un futuro donde el ancho de banda dejara de ser una limitante, y por tanto, tecnologías y aplicaciones que hoy nos parecen ciencia ficción podrán ser implementadas y masificadas.