Alon Bar ha afirmado que las empresas españolas cuentan con serias opciones de participar en la construcción y puesta en marcha de la futura línea ferroviaria de alta velocidad en su país por la experiencia tecnológica que atesoran en este campo.
Bar, en una entrevista con Efe, ha anunciado que la ministra de Fomento, Ana Pastor, viajará a Israel en septiembre con el fin de firmar un acuerdo de colaboración para “favorecer” la participación de compañías españolas en el Ave israelí y en otros proyectos de transporte, que suman una inversión de 20.000 millones de euros. “Somos conscientes de las ventajas que tiene la industria española en el tema de las infraestructuras de trenes de alta velocidad”, ha asegurado Bar.
El Gobierno israelí aprobó el pasado mes de febrero la construcción de la línea Tel Aviv-Eilat, una conexión de350 kilómetros que cruza el país desde el Mediterráneo al Mar Rojo, y que aún está pendiente de adjudicarse. Bar ha señalado que a este proyecto se unen otras obras, como la renovación del metro de Tel Aviv, que suman 20.000 millones de euros en inversión en los próximos cinco años.
El interés de Israel en el modelo español motivó la visita el pasado mes de mayo a Madrid de su ministro de Transportes, Israel Katz, para verse con Pastor y evaluar las opciones de cooperación.
Tras la obtención del AVE de Arabia Saudí, el Gobierno de Mariano Rajoy está promoviendo la participación de consorcios nacionales en proyectos similares, como son el de Israel y el de Rusia.
El embajador israelí ha manifestado el deseo de que la relación bilateral tenga un mayor contenido económico, al considerar que existen numerosas oportunidades en ámbitos como la investigación. Según Bar, a pesar de la crisis, en Israel “hay más confianza en el futuro económico de España” que la que pueden tener los propios españoles.
El diplomático también es partidario de que España siga vendiendo material de defensa a su país, pese a las críticas de algunos partidos políticos y ONG de que se exporte armamento a un país en conflicto con Palestina. Ante las amenazas que tiene Israel, Bar ve “normal y lógico” mantener este intercambio comercial. “La industria de defensa española no tiene por qué ver atadas sus manos”, ha añadido.
En relación con el proceso de paz en Oriente Próximo, el embajador ha valorado que el Ejecutivo de Rajoy mantenga una posición de “equilibrio”.
Ha confiado en que si Palestina pidiese en septiembre en la Asamblea General de la ONU el reconocimiento como Estado no miembro, España no vote a favor. “Espero que el Gobierno español, la UE y los demás hagan ver a los palestinos que hay que optar por la vía de la negociación, no por la otra (la de la ONU)”, ha sostenido. “Las aventuras y los esfuerzos diplomáticos en la ONU y sus agencias no van a hacer avanzar el proceso de paz ni la creación de los dos estados”, ha añadido.
Bar ha opinado que España, al igual que Europa, tiene en la actualidad una capacidad de interlocución en Oriente Próximo “limitada”, aunque a su entender, en el pasado “tampoco fue muy alta”. Ha confiado en que en los próximos meses, se sucedan diversas visitas de alto nivel, puesto que ni Rajoy ni el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, han visitado aún Oriente Próximo desde su llegada al Gobierno.
También ha apuntado la posibilidad de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visite Madrid en los próximos meses, después de que se haya pospuesto en varias ocasiones.
El diplomático israelí ha mostrado sus recelos por el desarrollo de la llamada ‘primavera árabe’, al percibir que existe la amenaza de que los movimientos islamistas radicales ganen terreno en países como Siria si finalmente es derrocado su presidente, Bachar al Asad. “La caída de Al Asad podría ser algo muy positivo, pero si se reemplaza por el caos y el integrismo islámico podría ser peligroso”, ha advertido.