Publicado 19/02/2015 12:39
Aurora Digital
Según los datos publicados por el Banco Central de Israel (BOI), las estimaciones iniciales indican que la inversión extranjera directa (IED) en Israel ascendió a 7100 millones de dólares el año pasado. Se espera que esta estimación se revise a medida que se acercan los próximos meses ya que se reciben datos adicionales sobre las transacciones realizadas fuera del sistema bancario israelí.
Una parte de estas inversiones se originó a partir de las inversiones en empresas israelíes en el sector de alta tecnología. Tomamos nota de que en diciembre las cifras de inversión en IED ascendieron a 570 millones de dólares, con el grueso de la actividad concentrada en la alta tecnología, la información y los sectores de comunicaciones.
En la otra dirección, según cálculos iniciales, las inversiones directas en el extranjero por los israelíes llegaron a 3.700 millones en 2014. En general, se estima que los flujos de inversión directa neta (entradas por parte de inversores extranjeros, descontados los giros de los inversores israelíes) ascendieron a 3.400 millones de dólares en todo el 2014 (ver gráfico adjunto).
Las inversiones financieras extranjeras netas en activos israelíes ascienden a un superávit, por primera vez desde el 2006, de 330 millones de dólares. En total, las inversiones
Tomamos nota de que en diciembre los flujos financieros ascendieron a 457 millones de dólares, debido principalmente a las inversiones en los bonos de las empresas israelíes negociadas en el extranjero, continuando la tendencia de los dos meses anteriores. En la otra dirección, las inversiones financieras en el extranjero por residentes israelíes llegaron a 8.100 millones de dólares 2014, ligeramente por debajo de la suma del año pasado, pero similar a la del 2012. Diciembre de 2014 se caracterizó por liquidaciones de inversiones en el extranjero por parte de inversores institucionales israelíes, por un monto de mil millones de dólares.
Resumiendo el año 2014, por primera vez desde el año 2008 se registró un superávit de los flujos netos de capital (inversiones directas e inversiones financieras) que ascendió a 3.700 millones de dólares para todo el año, un nivel alto desde una perspectiva histórica. Este desarrollo, -junto con nuestro pronóstico de que el superávit de la cuenta corriente se mantendrá este año y en 2016-, representa un factor básico que apoya la estabilidad del shekel vis-à-vis la canasta de monedas.