10 de junio de 2014 05:00GMT
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Fonteboa prepara para octubre una misión ganadera e Israel para conocer de primera mano la producción láctea de alto rendimiento. Se trata de una iniciativa con la Cámara de Comercio e Industria España-Israel y está dirigida a profesionales e investigadores. Samuel Epstein es el responsable de la delegación gallega, con sede en Vigo.
-¿Cómo surgió la idea del viaje?
-Llevamos adelante diversas acciones y una de ellas es esa misión agrícola y ganadera. Esta iniciativa surge de la relación que mantenemos con la EFA Fonteboa, de Coristanco. Participamos en algunas charlas y transmitimos lo que nosotros pensamos que es Israel y a partir de ahí surgió la idea de realizar esa expedición profesional dirigida a productores, gerentes de cooperativas y profesionales veterinarios investigadores. La idea es compartir los conocimientos de una producción lechera de alto rendimiento.
-¿Hay similitudes entre Galicia e Israel?
-Creo que la más importante es que Israel es un referente en el mundo de producción lechera y Galicia lo es en España. Hay bastante parecidos en rendimiento, pero desde el punto de vista climático no tienen nada que ver. Interesó mucho a la gente de EFA Fonteboa porque ya tenían una experiencia anterior por unas conferencias que impartimos sobre este tema y hubo un elemento muy importante para aprender y capacitar tanto a productores como a estudiantes de alto nivel e investigadores en el modelo israelí, que es bastante exitoso.
-¿Cómo es?
-Yo diría que lo más interesante es cómo se llegó a este modelo y por qué es exitoso. Lo más particular es que surge de una interacción entre universidad, empresa, productores y centros de investigación. El modelo ganadero israelí está basado en la capacitación. Nosotros consideramos que la formación de las personas, en todos los sectores y en este en particular, es una gran parte del éxito, aunque con un apoyo importante en lo que se refiere a asignación de recursos e inversión pública y privada, investigación y tecnología, que es puntera en el mundo. Hay una serie de cuestiones que pueden resultar muy interesantes. No todos son aplicables a la realidad de Galicia, pero yo creo que es una experiencia interesante y muy enriquecedora, para ambas partes, porque nosotros también estamos interesados en conocer otras experiencias, interactuar e incluso hacer proyectos en conjunto tanto de investigación como de producción o comercialización.
-El medio en el que se desarrolla la producción de leche es hostil, al contrario que aquí.
-Eso es cierto, al menos en parte. Hay un esfuerzo muy importante tanto desde el punto del vista del trabajo en sí como de mejorar la capacidad en lo que se refiere el sector. Más de la mitad de Israel es desierto, es un clima muy cálido, no tenemos agua, lo que hace que en otros sectores de la agricultura se generen e implanten tecnologías que hoy están extendidas por todo el mundo como la de riego por goteo, la desalinización, el aprovechamiento de aguas residuales.
-¿Cómo es el programa?
-Incluye muchas visitas y es intensivo. Uno de los atractivos es que da a conocer sistema organizativo del sector rural en Israel. Está dirigido hacia y por cooperativas.
-¿Hay muchas diferencias en este sentido?
-Son grandes. Hace poco más de cuatro años que estamos en Galicia, pero he tenido ocasión de visitar explotaciones. Una de las características es lo segmentada que está la propiedad. A nivel tecnológico Israel es un país de avanzada, líder que invierte en investigación casi el 5% del PIB y es aplicada al mercado. El sector rural de Galicia tiene un potencial enorme y quizás haya sido dejado un poco de lado, en los años de la inversión inmobiliaria.