Junta de Accionistas de ACS.JM CadenasEXPANSIÓN
POR C.MoránMadrid
Actualizado: 19/04/201600:16 horas
a multinacional francesa puede recurrir la sentencia ante la Corte Suprema de Israel.
Los jueces han dado la razón a Semi, la filial de ACS, en su enfrentamiento con Alstom por el mayor pedido ferroviario en la historia de Israel. Según fuentes próximas al proceso, la jueza que ha llevado la impugnación del concurso en la Corte de Distrito de Tel-Aviv ha resuelto a favor de los intereses del grupo español y ha condenado a la multinacional francesa a hacerse cargo del 100% de las costas del juicio.
En juego estaba un contrato con un presupuesto de inversión de casi 500 millones de euros que Semi ganó en diciembre del año pasado. Alstom lo recurrió en los tribunales al considerar que había presentado una mejor oferta. La compañía francesa tiene ahora la opción de volver a recurrir ante la Corte Suprema de Israel.
Desde la impugnación del concurso en enero de 2016, la tensión entre ACS y Alstom ha ido a más hasta el punto de que la constructora española ha denunciado ante los tribunales españoles al grupo francés y a uno de sus asesores por prácticas propias del espionaje industrial, como adelantó EXPANSIÓN el pasado 31 de marzo. En concreto, la compañía española ha presentado una denuncia en los juzgados de instrucción de Madrid contra Alstom Transport y Black Cube (el servicio de inteligencia privado contratado por la multinacional francesa) por usurpación de identidad para obtener información de terceros.
Black Cube es una de las agencias de inteligencia privada más prestigiosas de Israel. Con oficinas en Londres y París, ha estado presidida por Meir Dagan, exdirector del Mossad, el servicio de inteligencia de Israel. No es la primera vez que la conducta de esta agencia privada ha sido puesta en cuestión en Europa. Este mismo mes, colaboradores de Black Cube fueron arrestados en Rumania por un presunto caso de espionaje a la fiscal anticorrupción del país.
Desde ACS no quisieron ayer hacer ningún comentario sobre la sentencia. Fuentes de Alstom confirmaron el veredicto sin dar más detalles sobre si tienen previsto recurrir ante una instancia judicial superior.
El enfrentamiento entre ACS y Alstom se originó cuando, en diciembre de 2015, Israel Railways (ISR), el monopolio ferroviario estatal, adjudicó a Semi el contrato para modernizar la red ferroviaria del país (1.080 kilómetros de vía) con un presupuesto de inversión, entre construcción y su posterior mantenimiento, de unos 480 millones.
Se presentaron cuatro ofertas. Además de la filial de ACS, en la ronda final participó Elecnor, la alemana Siemens y Alstom. La China Railways Construction (CRCC) se retiró antes de la ronda final. ACS se impuso al resto porque presentó la oferta económica más ventajosa.
Inversión
El Gobierno israelí ha impulsado la inversión ferroviaria para que en 2018 el país entre en el mapa de la alta velocidad con una conexión entre Tel-Aviv y Jerusalén. El otro gran objetivo es electrificar toda la red (unos 1.100 kilómetros de longitud) para dar el salto de las locomotoras diesel a las eléctricas, menos contaminantes y más eficaces en tiempos de viaje. La inversión en este capítulo asciende a unos 3.000 millones de euros. ACS participa en el plan con el primero de los pedidos de electrificación.
El contrato del grupo español contempla la electrificación de 420 kilómetros de líneas de ferrocarril tanto existentes como planificadas, junto con los transformadores y el centro de control y mando de la línea. La obra consiste en ejecutar 1.080 kilómetros de catenaria línea aérea de alimentación que transmite electricidad a los trenes) y 14 subestaciones. El plazo de ejecución es de cinco años más 10 años de trabajos de mantenimiento.