Investigadores de la Universidad de Haifa han encontrado una manera de mejorar la memoria a través de la manipulación de una molécula conocida por su mal funcionamiento en la vejez, la que está estrechamente relacionada con la enfermedad de Alzheimer.
En su investigación, que se llevó a cabo en ratas por el departamento de neurobiología en la universidad y recientemente publicado en la revista Journal of Neuroscience, los investigadores informan que lograron por primera vez maniobrar la actividad de la molécula, una proteína llamada PERK, sin hacer daño a la función cognitiva.
“Sabemos que en la enfermedad de Alzheimer, la proteína PERK actúa incorrectamente”, explicó Kobi Rosenblum, que dirige el laboratorio de la Universidad de Haifa, donde se llevó a cabo el estudio. “Nuestro éxito en este tipo de manejo, busca no causar daño a la función normal del cerebro, y también abre el camino para mejorar la memoria y quizás provocar un enlentecimiento de patologías como el Alzheimer.”
Estudios previos muestran que el proceso de creación de la memoria en el cerebro está conectado a la síntesis proteica, en el que la producción rápida de las proteínas conducen a “fortalecer” la memoria que se mantienen a largo plazo, mientras que los resultados de producción de proteínas más lentas se transforman en “débiles” o memoria difusa que en muchos casos nunca se fusiona con la memoria a largo plazo y en la práctica se olvida.
En el estudio actual, los investigadores Hadile Ounallah-Saad y Viendra Sharma del laboratorio de Rosenblum trataron de investigar la actividad de la proteína alfa elF2, que se sabe da paso al
ritmo en el que se sintetizan las proteínas en el cerebro cuando se crea la memoria. Estudios previos demostraron que tres moléculas primarias actúan sobre la proteína, ya sea activando o retrasando la actividad.
Como resultado, en la primera etapa de la investigación actual, el estudio examinó el efecto relativo de cada una de las moléculas que controlan la proteína alfa elF2 y, a continuación, lo que los efectos serían en la creación de la memoria. Después de investigar a nivel de tejido celular, los investigadores descubrieron que la molécula principal que controla la actividad de la proteína es PERK.
“El hecho que hemos identificado PERK como la principal sustancia de control fue particularmente importante”, dijo el Dr. Ounallah-Saad. “Primero identificamos el componente dominante.
En segundo lugar, a partir de estudios anteriores, ya sabíamos que en las enfermedades degenerativas como el Alzheimer, PERK es la que produce el malfuncionamiento. En tercer lugar, PERK funciona en diversas células, incluyendo las neuronas, como un monitor de estrés metabólico. En otras palabras, nos encontramos con una molécula de importancia central en el proceso de creación y consolidación de la memoria y sabemos que produce el mal funcionamiento en la enfermedad de Alzheimer”.
Los investigadores fueron capaces de estimular la actividad PERK, resultando en una mejora del 30% de la memoria en las ratas de laboratorio. “Debido a que se trata de una molécula que funciona mal en pacientes de Alzheimer, y se relaciona con el envejecimiento, en realidad estamos abriendo la posibilidad de desarrollar medicamentos que puedan retardar el progreso de enfermedades incurables como las enfermedades degenerativas del cerebro, especialmente la enfermedad del Alzheimer”, dijo Rosenblum.