Lecciones israelíes para la innovación en España
El espíritu emprendedor y las mejoras en sectores tradicionales han permitido el desarrollo tecnológico de las empresas del país hebreo.
Históricamente, Israel ha tenido una economía tradicional y agrícola, especializada en la comercialización de productos como las naranjas de Jafa que competían en el mercado con los cítricos de Valencia. Pero a partir de la década de 1980 empezó a aplicar iniciativas destinadas a fomentar el emprendimiento y la innovación tanto en los sectores tecnológicos como en las actividades tradicionales. Esto ha permitido que las firmas del país hayan protagonizado avances tan importantes como el SMS o las microcámaras que permiten ver el interior del aparato digestivo y que actualmente el 4,7% del PIB nacional se dedique a la I+D+i.
Gil Gidrón, presidente de la Cámara de Comercio España-Israel ofrece a las pymes españolas una serie de consejos de sus homólogas hebreas para aplicar la innovación en sus organizaciones:
- El cambio más importante pero a la vez más difícil es el cultural, pues es necesario que España desarrolle la mentalidad emprendedora y perder el miedo al fracaso. El pequeño tamaño de las pymes hace que puedan impulsar proyectos de innovación de manera más flexible que las grandes corporaciones. Pero deben entender que aunque algunas iniciativas no consiguen alcanzar los resultados previstos, son una experiencia útil siempre que se sepa aprender de los errores cometidos.
- Una de las equivocaciones más frecuentes es pensar que la innovación está reservada a las actividades tecnológicas, pero no a los sectores tradicionales. Para desmontar este mito, Gidrón cita el ejemplo del textil israelí, “que ante la dificultad de competir con el lejano Oriente, apostó por la innovación en materiales, desarrollando membranas que transpiran, consiguiendo así producir prendas nuevas y más adaptadas a la demanda mundial”. Otro ejemplo ilustrativo es el agrícola, donde gracias a los sistemas de ingeniería genética de las semillas se ha conseguido que ciertos frutos ofrezcan dos o tres cosechas al año.
- La falta de tamaño es una de las principales dificultades que encuentran las pymes para desarrollar grandes proyectos de I+D. Para salvar este obstáculo, es necesario que las compañías que se dediquen a una misma actividad apuesten por los proyectos de innovación conjunta, bajo el paraguas de una autoridad pública, agrupación sectorial o centro de investigación. De esta forma, se conseguirá que el sector en su conjunto sea competitivo en el mercado internacional.
- Otro de los problemas que afecta a las pymes españolas es la falta de financiación para desarrollar estos proyectos. Por ello, hay que buscar otras fuentes alternativas para obtener liquidez, como los fondos de capital riesgo, que en España se han impulsado a través de Fond-Ico Global.
- Por último, para desarrollar los proyectos es importante contar con conocimiento especializado. Como muchas veces las pymes no disponen en su plantilla de empleados con una formación específica en determinados temas, es importante que contacten con las universidades o los centros de investigación de su entorno para desarrollar proyectos conjuntos o identificar los perfiles más interesantes.
APRENDER DE LA EXPERIENCIA
Carlos Lavilla lleva siete años al frente de la filial ibérica de Naandanjain, una firma israelí que ha desarrollado sistemas pioneros de riego por goteo. En este periodo ha podido conocer de primera mano la cultura de negocios de los empresarios hebreos, de los que admira “su espíritu emprendedor, sus redes de negocio a nivel mundial y su capacidad de adaptación, pues hablan cuatro o cinco idiomas”. Su consejo para las pymes españolas interesadas en desarrollar proyectos de innovación es “buscar sinergias con la Universidad, conocer de cerca al consumidor final y destinar sus productos al mercado internacional”. Pero también alerta contra el error frecuente de “apresurarse demasiado al sacar el producto sin que esté plenamente acabado”.