Hoy en día las relaciones bilaterales entre Israel y España han alcanzado un alto grado de madurez y entendimiento. La aprobación en 2015 por parte del Congreso de los Diputados de la Ley de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes de origen español, que concede nacionalidad española sin obligatoriedad de residir en España y sin perder la nacionalidad original, ha sido especialmente importante en este sentido. Por su parte, las relaciones económicas y comerciales bilaterales van en aumento, con un mayor interés de las empresas españolas por el mercado israelí, y viceversa, y una mayor involucración de empresas españolas tanto como principales como subcontratistas, en los numerosos proyectos de infraestructuras actualmente en desarrollo en Israel.
En relación con el comercio de bienes, Israel se presenta como uno de lo principales destinos en Oriente Medio, junto a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, y considerablemente por delante de otros países de la zona. La tasa de cobertura de comercio exterior bilateral con Israel alcanzó el 251% en 2018 y las exportaciones de bienes se situaron en 1.503 M€ disminuyendo un 1,1% con respecto a 2017.
Merece la pena resaltar que la exportación española a Israel se ha más que duplicado en los últimos 7 años, gracias al empuje y tirón de los proyectos de infraestructuras y de las actividades de promoción en nuevos sectores. Además, la evolución del tipo de cambio y el interés mutuo entre las economías y las sociedades de ambos países han animado esta tendencia al alza. Israel ha pasado de ser no hace mucho el 40º destino de nuestras exportaciones a ser el 35º en 2018. España supera a Francia, Reino Unido e Irlanda en el nivel de exportaciones de bienes a Israel, acortando distancias con Alemania, Italia, Bélgica (diamantes), Países Bajos, las economías europeas más exportadoras a Israel. España ha enlazado 3 años de crecimiento continuo de las exportaciones 2015-2017, con un pequeño decremento en 2018.
La exportación española por capítulos arancelarios está cada vez más diversificada destacando en 2018 automóviles y partes (21,3%); aparatos mecánicos (8,2%) y eléctricos (4,9%); cerámica (7,1%); plásticos (6,7%); prendas y complementos de vestir (no de punto, 5,6%; de punto, 4,1%); fundición (5,0%); productos farmacéuticos (4,2%) y combustibles y aceites (3,3%).
Con respecto a los sectores de futuro podríamos nombrar los vinculados a energías renovables, tratamiento de residuos, e infraestructuras en general, así como los relativos a determinados servicios hightech.
Los principales capítulos de importación desde Israel en 2018 son máquinas y aparatos mecánicos (16,5%); plásticos (14,7%); combustibles y aceites (8,3%); química inorgánica (8,2%) y orgánica (5,3%); óptica y precisión (7,4%); aparatos eléctricos (4,8%); otros productos químicos (4,0%); abonos (4%) y frutos (2,1%).