Conocemos a muchísimas personas que nos han expresado su gran interés por visitar Israel a la par que un miedo bastante indefinido de hacerlo. Es la gran ilusión de mi vida, nos dicen, pero es que siempre estáis a los tiros….
Para los que tenemos la suerte de viajar a menudo a Israel y recorrer con la mayor tranquilidad y seguridad las calles de cualquier ciudad del país, nos resulta cuanto menos curioso escuchar como en un mismo saco conviven la ilusión por emprender el mayor de los viajes espirituales, el interés por conocer a un ilustre desconocido, ver hecha realidad la tierra donde la Biblia nos enseñó que manaba la leche y la miel, entender mejor el país de los milagros tecnológicos y, por el otro, miedos irracionales.
Es verdad que los medios de comunicación nunca han sido ni benévolos ni favorables con Israel. La noticia nunca ha estado en el descubrimiento de tal o cual emplazamiento nabateo, romano, griego o cruzado. Menos aún en las excavaciones de sitios tan fascinantes como Hazor, llave del establecimiento de Israel en Canaán o el Herodion, la ya confirmada tumba del Rey Herodes entre cientos de otros. En ese aspecto, nuestros vecinos han tenido más suerte. ¿O es quizás otra cosa?
Es así, cuando se produce un ataque indiscriminado contra turistas en Túnez, en Egipto o en algún otro país de Oriente Medio, se siguen utilizando los viejos tópicos: “siempre estáis a los tiros “para sopesar la posibilidad de hacer un viaje a Israel y mientras se ojea el clásico folleto de viajes, inconscientemente se pasa de hoja hacia destinos donde se intuye que el turista no es un objetivo.
Pues quizás es ahora el momento de decir alto y claro que Israel es una experiencia segura. Conozco pocos países en los que se puede caminar a cualquier hora del día por cualquier punto del país sin que exista esa desconfianza que experimentan muchos turistas en demasiados lugares del mundo, incluyendo los del primer mundo. Israel ama a sus turistas, los mima, les permite rezar al Dios que quieran en lugares de culto abiertos a todos y les invita a volver siempre.
Pero también Israel es una experiencia inolvidable. Empezando por los guías, posiblemente entre los mejores preparados del mundo, siguiendo por las cuidadas atracciones turísticas, sus parques nacionales, sus playas y la belleza de sus ciudades bíblicas e históricas.
Afortunadamente también la gastronomía en Israel ha dado pasos de gigante en los últimos años y poco hay que decir de sus vinos, galardonados en importantes competiciones mundiales.
Entonces, queda tan solo hacer la pregunta: ¿Y si fuese este viaje una experiencia segura e inolvidable?
Afortunadamente para los miles de españoles que año tras año toman la decisión de visitar Israel, la respuesta es solo una:
¡¡¡SIN LUGAR A DUDAS¡¡¡
Walter Wasercier
Director General de EL AL en España y Portugal